A Paco Coto

Bajo la sombra de tu árbol de la mujer buscaremos cobijo. Místico lienzo que tus manos cincelaron, con atrevidos y rompedores trazos injertados en tu propia vida, colmados de amor y erotismo, sin monstruos esperpénticos de miedos y recelos.

padrino¡Cuanto embrujo de belleza, viejo romántico!

Y tú, como siempre impávido y de frente, acércate a su espacio, penetra en su cosmos, rodea con tus manos su engallado tronco, y hallarás el abrazo cálido de sus ramas.

Posa tu cara en su escarpada piel, y sentirás la frescura de la tierra.

Besa con delirio sus labios agrietados y lograrás, sereno y en paz, el Universo Infinito.